Para usar tu mantequillera debes preparar ambos lados con mucho cuidado...
En la tapa: debes agregar la mantequilla hasta el borde, presionar suavemente con una cuchara para evitar burbujas y pinchar los costados donde hay perforaciones para asegurar un buen contacto con el agua.
En la base: debes agregar agua filtrada o hervida fria con sal a gusto. Esta será la base para preservar tu mantequilla. Sobre el lavaplatos pon el recipiente sin agujeros (la base) y vierte 2/3 de su capacidad con agua y una pizca de sal.
Tapa la mantequillera para que el excedente de agua se elimine. En la medida que la mantequilla se consuma, irá aumentando la cantidad de agua que debes agregar.
Ahora puedes mantenerla a temperatura ambiente y siempre estará fresca. Puedes rellenarla cada vez que se consuma.
Puedes mantener mantequilla común o tu propia mantequilla preparada en casa.
Disfruta la frescura y lo natural!!